Si Damian Lillard tiene la oportunidad de tener un compañero de fórmula para cumplir con una carrera por el campeonato, está eligiendo lo que podría ser el único adecuado que puede elegir. En un breve videoclip de GQ en el que hizo una investigación encubierta en Internet, Lillard nombró a Giannis Antetokounmpo como el jugador que selecciona y que puede intentar ayudarlo a ganar un título.
“Yo elegiría a Giannis”, dijo Lillard. “Quiero decir, diría solo el dominio, ya sabes. Él es alguien que va a llegar al aro. Es un buen creador de juego, un buen defensor, disruptivo: la forma en que juega complementa la forma en que juego yo. Traería algo a la mesa que complemente lo que él hace y viceversa”.
Is a Dame-Giannis duo winning a championship? 👀
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— GQ Sports (@GQSports) December 8, 2022
Un tándem Lillard-Antetokounmpo realmente puede traer terror a la NBA. Con Giannis mostrando su poderoso dominio y su efecto general en el juego, estos solo pueden combinarse bien con el arsenal ofensivo de Lillard, su puntería reconocida y la toma de control al final del juego.
Tanto Lillard como Antetokounmpo comparten algunas similitudes en su carrera. Los jugadores estrella tuvieron su propio surgimiento humilde de la nada mientras forjaban su lealtad en dos de los mercados pequeños más notables de la asociación en medio de rumores y reclutamientos provenientes de otros.
El vínculo externo entre los dos ni siquiera se aleja demasiado. En particular, antes de firmar una extensión supermax con los Bucks en la temporada baja de 2020, el experto de la liga Chris Haynes informó que tanto Antetokounmpo como Lillard discutieron sobre una posible pareja, en la que los Blazers eran vistos como un “objetivo real” si el dos veces MVP había decidido dejar Milwaukee.
Dentro de dos años, el monstruo griego lo logró al finalmente traer un campeonato a los Bucks después de 50 años de espera. Como tal, Lillard todavía tiene esa oportunidad con Jerami Grant y la estrella en desarrollo Anfernee Simons respaldándolo para darle a los Blazers lo suyo.
Quién sabe qué se desarrollará en los próximos años, pero sería un placer ver a Antetokounmpo y Lillard ardiendo en la cancha como compañeros de equipo y finalmente luciendo la corona de la NBA.